Era como una casa grande,
tenía ventanas de techo a piso y se encontraba rodeada de mucha vegetación,
árboles grandes y frondosos tenía la pinta de ser una casa lujosa perdida en un
inmenso bosque con un lago para ella sola y sus habitantes, el cielo era totalmente claro y
se veía un sol enorme aunque no había calor, pero se sentía fresco el aire
en mis piernas, parecían ser como las 3 o 4 de la tarde, se podían ver lianas
colgando de las ramas de los árboles, y florecillas de colores en toda la base
de ellos adornando el pastito que rodeaba la casa y el lago, parecía una pintura
como las que adornan las estancias en alguna casa de descanso, donde quizás yo
estaba, el lago se veía de un azul verdoso daba la impresión de ser muy
profundo, frente a la casa se veía tranquilo, pero oscuro, al mismo tiempo
enorme e imponente no era un sitio sucio, al contrario, a la orilla del lago
se veía como una nube blanca descansando sobre la superficie del lago, no se
veían animalitos nadando, ni peces, ni patos, nada…. Solo estaba el inmenso
lago, la enorme casa y yo…Tenía un sentimiento de precaución y de soledad, de
curiosidad y miedo.
Había unas piedras enormes
de color gris al lado izquierdo, me recordaban bastante a unas que me encontré
el día que me perdí en el Bosque de Mazatla… y recordé que en ese entonces quizás moriría de inanición, perdida en ese bosque gracias a mi pésimo
sentido de orientación… y que después con suerte encontrarían mi cuerpo todo
descompuesto debajo de muchas hojas secas, y cuando al final encontré
civilización, me dije que nunca más me aventuraría al bosque yo sólita (digo me
rehusaba a morir sola, la próxima vez) me mire parada sobre aquellas rocas, observando,
tratando de pensar porque no podía entrar y darme un buen baño en el lago…
De entre las piedras donde estaba sentada corría un brazo de agua del mismo
lago, mas claro que desaparecía en un estrecho camino que hacían las piedras
grises y enormes que lo llevaban hacia otra parte del lago que parecía tener lianas que colgaban de los árboles hasta quedarse sumergidas en el torrente donde
se quedaban algunas hojas que caían de las ramas de los viejos árboles y terminaban atrapadas entre las
lianas y el remolinillo que hacía el
brazo del lago que desaparecía después en más piedras y más árboles.
Estaba pensativa donde
estaba y que estaba haciendo ahí, yo sola…veía mis piernas y mis manos sobre
ellas, de repente bordeando con mis dedos el contorno me mis muslos,
bajando desde el traje de baño color negro hasta mis rodillas y un pareo
color gris plata amarrado a mi cintura, sentí derrepente un dolor no era fuerte
pero me saco de mis pensamientos, bajé a mis pantorrillas y me quede helada al ver que mis chamorros estaban mojados como si inconscientemente los hubiese
metido al agua de aquel lago oscuro, caí sentada de un golpe sobre la roca gris
enorme, parecía como si algo o alguien hubiese succionado de mis chamorros o
los hubiese golpeado, tenia como chichones de carne, inflamada en bolas de
diferentes tamaños como si en lugar de haber estado en agua hubieran sido
presas de múltiples piquetes de abejas, los mire con detenimiento vi mis venas lastimadas al punto de estar entre rojas, moradas
y negras, daba la impresión de tener un problema grave de circulación… ¿Qué
rayos me había pasado?, ¿Por qué no lo había notado antes?,¿Cuánto tiempo tenía
aquí? Me sentía asustada las venas negruzcas empezaban a querer subir hacia mis
piernas, parecía que apenas las tocará se reventarían y dejarían correr el
montón de sangre por ellas.
Mientras miraba esperando
recordar que había pasado antes, porque había terminando con los pies así, de
pronto vi el panorama con mas detenimiento y cambio, de ser la casa veraniega y de descanso Se convirtió en un sitio lúgubre en el que había ido a dar quien sabe como, y
estaba sola, estaba medio desnuda, me di cuenta que tenía frío y que no sabía a
donde tenía que ir… o que debía hacer.
De repente algo llamó mi
atención una mancha negra que se formaba del fondo del lago como si el azul verdoso,
se fuera haciendo totalmente negro, desde el centro hacia la orilla
donde estaba sobre las rocas grises… un miedo me lleno por completo,
quise levantarme y correr pero no me movía, ¡muévete! me decía. pero solo me sentía parada
mirando como esa mancha negra empezaba a tomar forma y a acercarse primero
lento y después más rápido atravesando el lago y acercándose a mí... Cuando
finalmente logré moverme salí disparada por un camino de tierra y pequeñas
piedras que estaba a mis espaldas y daba hacía un risco del que ni siquiera
tenía idea que estaba ahí.
Corrí lo más rápido que
pude hacía arriba y al momento que me alejaba veía como se iba desvaneciendo “eso”
del lago y regresaba al fondo, me detuve justo cuando deje de sentir miedo y el
lago parecía solamente una extraño espejo entre los árboles que reflejaba la
luz del cielo y la enorme casa parecía un cuadro rojo entre lo verde de los
árboles, mire hacia un lado y otro no había nada, solo árboles y plantas,
plantas y árboles… definitivamente era un bosque. ¿Qué bosque?
¿A donde iría? no sabía a
donde y lo sentí, de repente lo sentí “algo” me hizo voltear al lago y una sensación extraña pero lo suficientemente fuerte para hacerme volver la cara, a pesar del miedo y lo
vi… a la orilla del lago estaba El, miraba hacia el risco donde me hallaba de
pie, lo sentía mirándome fijamente; así como es el, pálido, delgado, alto, tranquilo… hermoso… me veía, esos lindos ojos marrones se
fijaron en los míos, y aun a la distancia pude percibir su mirada y la culpa en
ella… en ese instante me invadió la tristeza como siempre cada vez que veo en
El esa mirada, pero era El… no tenía duda y no estaba sola… El estaba conmigo, ahí…
en un sitio donde el y yo, estábamos solos, por un instante me sentí
tranquila, al saber que no estaba ni del todo perdida, ni del todo sola y mi
compañía era El… quise volver de inmediato y encontrarlo, preguntar, que
demonios hacíamos ahí, pero recordé lo que había sucedido antes y el miedo fijo a la tierra y el pasto donde estaba parada , finalmente EL volvió su mirada al lago y lo vi caminar por el
rededor del lago hacia las rocas grises, se veía tan tranquilo, como si el si supiera que hacia ahí...
Sabía que había algo malo
ahí, algo que quizás podía lastimarlo a el, a mí… pero ¿Por qué...? ¿Porque
estábamos ahí ambos…? ¿porque me veía y no me decía absolutamente nada?, agité mis manos, tratando de llamar su atención y me viera, quería que se alejara de ahí, pero solamente dejo de mirarme y se dio vuelta
dándome la espalda, ¿Porque? puso toda su atención al lago, frente a la casa y frente a
las rocas grises…
Tenia miedo, miedo de que
apareciera “eso” que estaba ahí y el tan cerca, y yo paralizada, me
sentí impotente, cuando de pronto sucedió, “eso” empezó a salir del lago otra
vez y a acercarse a el… despacio y rápido después… iba hacía el… ¿que podía
hacer…? no sabía que era solo, sentía miedo… miedo de lo que no sabía que era, miedo de que le hiciera daño, miedo de no poder moverme y ver que sucedería,
ver que le hiciera daño y no poder hacer nada… quise, moverme con mas fuerza…
mire mis amoratados pies congelados y renuentes a querer moverse, pude sentir
en mis mejillas unas tibias lagrimas de rabia y pena por estar clavada en ese
momento, en ese sitio… y El, ahí quizás en peligro…
Finalmente “eso” del lago
termino de salir, tomo una silueta femenina conocida, y quede petrificada al
ver quien era, ¿pero como?... ¿por qué?... vi como El le extendió su mano (tan
caballeroso como siempre) la ayudo a salir del agua y la rodeo con su brazo y
empezaron a caminar hacia la casa, sin mirarme una sola vez, ¿se habrá dado
cuenta en verdad que estaba ahí...?, finalmente el lago retomo su color negro verdoso,
mientras se alejaban lentamente de el y regreso a ser el sitio agradable que yo
perdí en aquel instante… cuando huí despavorida, los mire fijamente confundida…
asustada como era posible que El, estuviera caminando conmigo y yo en otro
lado… ¡Ella no era yo…! Me decía, varias veces, sentí un escalofrío recorriéndose todo el cuerpo y finalmente pude moverme pero la duda me detuvo para no correr
hacia ellos… lo único que hice fue gritar su nombre desde lo más profundo de mi
misma, pero me ignoro totalmente… siguió caminando a su lado, con paso firme y
seguro, solo ella me escucho... solo ella me miro, ella…era yo… sentí mis ojos
clavarse en los míos, fríos y crueles, burlones pero tristes y llenos de un
vacío que nunca he podido comprender…porque aun estando con El, podía sentir ese vacío enorme que no podía ocultar…sin duda estaba segura que eran mis ojos… la vi, me vi, toda mojada, el cabello pegado al rostro y la ropa toda empapada,
nada me podía disuadir… ella era yo… saliendo de un lago extraño… caminando al
lado de El con su brazo rodeando mis hombros, preocupado…¿pero como?, ¿Cómo fui
a dar al fondo de ese lago? ¿porque podía verme?, y porque “eso” era yo, y yo
no estaba ahí… yo estaba en la punta de un risco, mirando confundida un cuadro
extraño y extraordinario a la ves… pensaba como era posible, pensaba si de
verdad ella era yo o si yo era ella, que hacía a metros de distancia…
Y fue Ella quien me saco
del mis ideas, sentí su vacía y gélida mirada llamándome y cuando la mire de lleno, estaba
sola, El ya no estaba a su lado, se encontraba parada afuera de los grandes ventanales
de la casa, me vio fijamente y me regalo una sonrisa burlona y con ella una
ráfaga fría de aire repentino que me envolvió y fue tan insoportable y
asfixiante que me llevo a despertar en mi habitación, entre las cobijas y
sabanas de mi cama… con escalofrío y toda confundida…. ¿¡Que demonios fue eso!?
Siempre Diva E.
En tu ausencia siento que la duda me consume...
me lleva al fondo de un sitio que no conozco,
pero cuando estas cerca se aleja...
y se exactamente donde quiero estar...
Contigo...!
15.03.13
